Jeremías 30:17
«Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.»
Reflexión bíblica de hoy:
Sanidad Prometida: Un Dios que Restaura
En momentos de dolor y quebrantamiento, es fácil sentir que hemos sido olvidados, tanto por los hombres como por Dios.
Jeremías 30:17 nos ofrece una poderosa promesa que va más allá de nuestras circunstancias actuales:
Dios no solo recuerda nuestras aflicciones, sino que se compromete a sanarnos completamente.
Este versículo es un recordatorio de que, aunque el mundo nos haya desechado, Dios nunca lo hará.
Él ve nuestras heridas, tanto físicas como emocionales, y promete traer sanidad a nuestras vidas.
No importa cuán profundo sea el dolor, Dios tiene el poder de restaurarnos, de devolvernos la esperanza y la paz.
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La sanidad que Dios promete no se limita a lo físico; abarca todo nuestro ser.
Él sana las heridas del corazón, las cicatrices de la mente y las cargas del espíritu.
Cuando nos sentimos rechazados o olvidados, es precisamente cuando Dios se acerca más a nosotros, recordándonos que somos preciosos a sus ojos.
Hoy, permite que esta promesa inspire tu fe. Recuerda que, aunque te hayan dicho que estás solo, Dios está contigo.
Él está trabajando en tu vida, sanando cada herida y trayendo nueva vida y esperanza.
Confía en su promesa de restauración y permítele obrar en ti, sabiendo que su sanidad es completa y eterna.
¡Dios te bendiga siempre!
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